Sí, supongo que no tengo perdón. Me prometí a mi mismo
dedicarle más tiempo a este pequeño espacio y, sin embargo, lo he tenido
abandonado largo tiempo. Me gustaría alegar en mi defensa, empero, que ha sido
un gran año, duro en cierta medida, por cuanto he tenido que darle bastante
caña a los estudios, pero divertido en medida igual o mayor. Lleno de gente
especial y diferente que me ayuda a levantarme cada día con una nueva sonrisa y
las expectativas bien altas.
Y, como bien sabrán los que han leído alguna vez este blog,
no acostumbro a escribir nada que no tenga que ver con mi pequeño y
destartalado mundo, por lo que este inciso poco tendría que hacer aquí si no
fuese porque he de agradecer a todas esas personas que, aunque anónimas para
vosotros, se han convertido en mi día a día y en una poderosísima fuente de
información y nuevas ideas.
Como otras tantas veces me he propuesto dejar todo lo que me
traía entre manos, tirarlo todo a la basura y empezar de cero, en un nuevo
cuaderno de hojas en blanco. Pero la inversión ha sido, cuanto menos,
grandiosa, y no estoy dispuesto a dejar que se escape por el sumidero. Por el
contrario, me planteo un verano intenso, lleno de horarios, cuadrículas y
estadísticas de trabajo (¿Será verdad que lo cumplo esta vez?). Y aunque sé
positivamente que amarrarse no es la mejor solución para aprender a volar, sí
que tengo la firme convicción de que antes de correr se ha de aprender a
caminar, y que el movimiento se demuestra andando. Y mantengo la esperanza de
que toda esta retahíla de dichos populares haga mella en mi.
Soy consciente de que cada vez que intento retomar lo que
llevo entre manos es como reorganizar una casa que se ha derrumbado: todo está
destrozado y mezclado en un caos sin sentido, y uno no puede más que llevarse
las manos a la cabeza e intentar arrancarse la cabellera a tirones. Pero he
aprendido que la organización (la cual carezco por completo) es esencial en la
eficiencia, por lo que la primera tarea que me propongo es organizar toda la
información que barajo, para enfrentarme a los calurosos meses de verano armado
con una pluma cargada de tinta y un trozo de papel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario